La villa del mismo autor me había gustado mucho, una novela argentina que me parecía diferente de todo. Quería leer más, pero duró bastante hasta que conseguí otra novela de él en papel en Alemania. Ahora terminé Las noche de flores. Es igual de loco, extraordinario, fantástico, pero muy ligado a lo real.
César Aira mezcla acontecimientos, planos temporales, dosifica bien la información que le da al lector, paso por paso, giro por giro, y cada vez cuadra en una imagen diferente. Igual que la otra novela está situada en el barrio de Flores, los protagonistas acá son repartidadores nocturnos de pizza.
La exploración del autor de la cotidianeidad, la simultaneidad y la coincidencia, utiliza las conclusiones precoces que se hace el lector y lo lleva a sorprender con un giro narrativo. Los protagonistas Aldo y Rosa, un matrimonio
de viejitos de la clase media, repartiendo pizzas a pie y
no en moto en el barrio porteño de
Flores, los hechos discurren poco después de la crisis del 2001.
Lo compararía con Murakami, pero quizás los textos de Aira no clasifican como realismo mágico, como lo real maravilloso. Su técnica implica un narrador no confiable, juega con el espacio y el tiempo tampoco confiables, pero en comparación con Murakami es más concreto en sus reflexiones y más crítico en sus retratos de la sociedad.
La segunda trama es el
secuestro y posterior asesinato del pequeño Jonathan, que quizás trabajó
como repartidor de pizzas en la misma cadena que Aldo y Rosa. El desenlace de la historia es rápido, transforma todo lo anterior y al final todos son criminales, o no? Nada es lo que parece, como una pesadilla.
Me gustó mucho, aunque tengo que decir que "La villa" me gustó más.