--> continuación:
.. Estaba mareada por las curvas y tuve que ir al baño urgente y no había banio. Crucé hacia el otro lado y a los 3 minutos paró un auto que iba en mi dirección. Antes de irse el viejo asqueroso me dio plata. Lo rechacé, le dije que me niego, le dije que No diez veces, pero se enojó y insistió. 20 €. El chico que me llevó después era muy simpático. Tenía quizás unos 38 y había viajado mucho, a Buenos Aires, a la India, a Mexico. Pero me envidiaba porque lo suyo han sido viajes cortos y ahora tenía dos hijos chicos y trabajo de electricista. Había preparado un porro para el viaje y me sentía obligada a fumar así para él como conductor quedaba menos. Además es comprobado que ayuda contra nauseas. Buena conversación. Me dejó en una estación de servicio cerca de San Remo. Había parado de llover, me fui a mear por fin y pensé sorprendida lo fácil y rápido era el autostop en Italia. Ya faltaba poco.
.. Estaba mareada por las curvas y tuve que ir al baño urgente y no había banio. Crucé hacia el otro lado y a los 3 minutos paró un auto que iba en mi dirección. Antes de irse el viejo asqueroso me dio plata. Lo rechacé, le dije que me niego, le dije que No diez veces, pero se enojó y insistió. 20 €. El chico que me llevó después era muy simpático. Tenía quizás unos 38 y había viajado mucho, a Buenos Aires, a la India, a Mexico. Pero me envidiaba porque lo suyo han sido viajes cortos y ahora tenía dos hijos chicos y trabajo de electricista. Había preparado un porro para el viaje y me sentía obligada a fumar así para él como conductor quedaba menos. Además es comprobado que ayuda contra nauseas. Buena conversación. Me dejó en una estación de servicio cerca de San Remo. Había parado de llover, me fui a mear por fin y pensé sorprendida lo fácil y rápido era el autostop en Italia. Ya faltaba poco.
A
unos minutos me levantó un viejito con su mamá más vieja en un
auto viejo sucio que hacía ruidos raros. Hablaban francés y muy
poco italiano, no nos entendíamos muy bien, me parecían ser del
campo. El viejo le dijo a la vieja que pusiera el disco de Bob
Marley. Me puse a comer el sandwich que había preparado y disfruté
la vista al mar mediterráneo. Me dejaron en una estación de
servicio cerca de Ventimiglia dónde me compraron un café en el bar :-) (en Italia en las estaciones de servicio no hay máquinas de café instantáneo cómo en el resto de Europa, sino mostradores con empleados que sirven café de verdad).
Crucé
la frontera, pasamos Monaco. Pensé que otra vez
paso por 5 paises en 5 días.
6 paises si cuenta Lichtenstein. Un viejo gordo inglés en un auto
muy caro me llevó a Nice. Me quiso dejar en un peaje, pero había un
montón de milicos que le dijeron de que ahí no, que me lleve al
peaje siguiente. Iba oscureciendo de a poco, los autos prendían las
luces y el gordo en traje no me creyó que hiciera autostop en vez de
tomar el tren porque me parecía más
divertido. De ahí una viejita estadounidense me llevó a un peaje,
que me servía mejor, saliendo de la autopista, en un
lugar muy malo, dónde todos los caminos me llevaban de vuelta hacia
Italia y además me dejó en un túnel donde estaba medio peligroso
andar de pie. Por suerte un hombre muy amable de Argelia me llevó de
vuelta al peaje dónde había estado media hora antes, antes de que
se había hecho de noche, para llevarme se fue en dirección
contraria de su camino y pagó dos veces más el peaje para mi.
Después
pasó esto lo que describí acá, no me dan los huevos para
traducirlo todo: migas de pan y la magia del autostop
Llegué
muy bien a mi destino, aunque era de noche y aunque era muy
boluda, todo el tiempo pensando que mi destino (Flayosc) no figuraba
en mi mapa, pero quedaba justo atrás de Nice, por los cual, cuando
llegué a Nice, me sentía como si hubiese llegado ya y me daba igual
a que salida de autospista me llevaran. Ni sabía bien como
indicarles el camino a los conductores, porque Flayosc es muy chico y
cómo pensaba no tener un mapa lo suficientemente exacto, no sabia
bien las ciudades alrededor. Me llevó una mujer estadounidense muy
preocupada por mi y otro hombre muy amable a la salida de autopista
Le Muy/Frejús que era la correcta y bastante lejos de Nice.
Ahí
pregunté el primer hombre que vi en el parking detrás del peaje,
era un viejito en traje y corbata. Y, iba dirección de la ciudad que
queda justo antes de Flayosc, Draguinan. Que suerte. Llamé a mi
amigo que me estaba esperando para decirle que ya andaba cerca. Me
dijo (solo hablaba francés) que estaba esperando a su hija que
llegaba desde Marseilles, pero estaba por llegar. -> ver mapa
Resultó
que había un embotellamiento y le esperamos más de 1 hora a su
hija. Pero en vez de pasar frío estaba sentado en el auto,
escribiendo mi diario de viaje:-) Llamé para decir que se hacia más
tarde. Al final el viejito no solo iba a Draguinan, pero vivía en
Flayosc, justo adonde iba yo. Me llevó, era de noche, pero igual se
pudo ver el peaje lindo desde arriba de una colina, con la iglesia
del pueblo iluminada. El pueblo es chiquitito, pero el viejito no
encontraba mi calle ni con gps. Dimos trés vueltas del pueblo cuando
se rindió y me dejó en la plaza. Comparado con Alemania había
calorcito y olía fuerte a mediterráneo y verano. Llamé a mi amigo
y me podía venir a buscar en auto. En un auto con placa de hungría,
que parecía caerse en pedazos. En el camino nos crucamos con un
perro del lugar y lo invitamos subir para que vuelva con nosotros.
Era Picholino, un perro como un caballo, viejo y sabio.
El
lugar estaba bastante escondido, en un vallecito, entre olivos,
viñedos y un río, casi en el bosque, es una casa/granja de barro.
Mi amigo estaba cuidando e lugar porque el duenio, un hombre que
levantó el lugar con sus propios manos se había tenido que ir a
arreglar el auto que le murió lejos en el norte. Sus tres chicos
estaban con los abuelos. Así que quedaban para cuidar los tres
perros y dos gatos. Hacía poco habían venido unos adolescentes a
robar todas las herramientas, porque el lugar estaba bajo construcció
todavía, ahora lo va a seguir siendo.
Ahí me di cuenta que Flayosc sí figuraba en el mapa que tenía, sólo en la otra página, muchos kilómetros más allá dónde lo pensaba estar. Me había complicado todo en Nizza, dónde no sabía que salida elegir, al pedo.
Ahí me di cuenta que Flayosc sí figuraba en el mapa que tenía, sólo en la otra página, muchos kilómetros más allá dónde lo pensaba estar. Me había complicado todo en Nizza, dónde no sabía que salida elegir, al pedo.
El
lugar era mágico, me encantó desde el primer momento. Cualquier
descripción carecería de sentimiento. Cocinamos sobre el fuego
abierto, sopa de miso a la que le metimos ajo y espaguettis, tomando
jugo de uva que lo habían cosechado y envasado ellos mismos. Los dos
perros grandes desaparecían, pero hay un cachorro de dos meses, de
alguna raza grandote, que no se alejaba de nuestros pies. Era
patablanca, los niños le habían dado este nombre por el cuento del
lobro y las cabritas. Estoy segura que tiene algo de Berner Senn.
Nos quedamos hasta tarde en el fuego, fumando, hablando de todo un
poco, de Murakami, de los rituales chamanes en México... Qué lindo
poder hablar español, con el tiempo a mi se me pegaba el español
madrileño, a él el español argentino.
Al
otro día dormí hasta tarde, después me mostró el lugar. La casa
es hermosa, había de todo, cualquier cosa que uno se podía
imaginar, muchos libros (todo en francés), arte, cosas de ninios.
Muchísimos instrumentos músicales. Ropa buenísima, encontrada en
la basura. Afuera una huerta de permacultura, uvas, higueras, olivos, un
invernadero medio terminado, hecho con pedazos de puertas y ventanas,
un Yurt mongolés, muchos autos rotos, un área de ninios, un aparato
para secar frutas, una cocina, una casa en un árbol. Una escuela a
medio construir, un lavarropa que cuando está pronto funciona con la
energía brindada por los pedales de una bicicleta. Cayó un anciano,
cara curtida de pelo largo y blanco. Conversamos en
francés-italiano-espaniol. Tomamos jugo de uva, desayunamos en el
fuego, el viejito nos contaba de todo, parece que se va mucho a los
encuentros Rainbow, me explicaba todos los problemas que tiene el
auto (en francés).. De tarde fuimos al río con el cachorrito, para
el chiquito una gran aventura, mojarse las patas para seguirnos,
saltar de roca a roca, cuando volvimos se durmió como un bebé. Mi
amigo hizo en el fuego unas tortas fritas de Anis, muy rico! Nos
sentamos a tomar té y le esperamos llegar a nuestro otro amigo que
estaba viniendo por autostop. Cayó otro amigo del duenio del lugar,
otro que solamente hablaba francés. Trajo la otra perra en e auto
que se había ido hasta su casa. El también tenía seis hijos, tomó
un té con nosotros, miramos un rato las brasas de fuego volverse
rojas y decaer y a rato se fue.
Cómo
cambia e ritmo biológico en seguido cuando uno vive un día sin
reloj, calefacción y sin energía eléctrica! Nos levantamos con el sol y nos
acostamos con el sol que se va temprano.
amanecer |
Tratamos de quedarnos despiertos, pero nos dormimos como a las 7 de la tarde, en el medio de la noche llegó nuestro amigo que ha tenido un viaje largo para venir. Al otro día de tarde estaba lloviendo, mucho frío para ir a baniarse en el río (no había agua corriente ahí), así que me tiré a dormir.
fotos de mi amigo |
Los chicos fueron a ver si encontraban comida tirada por las pastelerías, volvieron con el auto lleno de panes, pizzas y tortas, más que para alimentar a 3 familias. Patablanca y los otros dos comieron pizza ese día.
El
último día buscamos leña, tratamos de limpiar un poco y ayudamos a
cambiar los colchones del dormitorio, que eran viejitos y el dueño
había comprado otros. De tarde fuimos a la ciudad a comprar un vino
para la última noche con la plata que me dio el conductor feo.
Después de que los dos leímos „Tortilla Flat“ de John Steinbeck
nos pareció la mejor inversion. Cómo ninguno de nosotros era capaz
de tocar unos de los aprox. 20 instrumentos músicales lo único que
pudimos hacer para tener música era escuchar los cassettes de música
griega con el viejo equipo. Así tomamos vino y nos calentamos frente
a al fuego.
Patablanca
cuando no dormía a upa de uno de nosotros, trataba de atrapar al gato, que
no le daba mucha bola, mordía de todo que encontraba, piernas,
zapatos, peluches.. Así que al último día cuando nos levantamos
con los primeros rayos de sol, calentando el fuego para el desayuno,
primero no nos sorprendimos ver unas bolsas de plastico todos rotos.
Al rato vimos que también había comido el corcho en el abridor de
vino y recién después vimos que todas las tortas que las habíamos
dejados bien atrás en la mesada porque pensamos que en el auto hacía
demasiado calor, habían desaparecido. Ay, ay. Patablanca! Tanta
pizza anoche y seguía con hambre.
Se
comió todas las tortas, era como si comiera el equivalente de su
peso, y como carajo llegó a la mesada, tuvo ayuda de los gatos?
Estaba
durmiendo, seguro que le dolía la panza. Quizás estaba desesperado
porque nosotros durmimos arriba y él se quedaba solo?
Fui
a hacer mi mochila, a desayunamos, estabamos listos para arrancar.
Fui a buscar la bolsa de dormir (nueva) desde el dormitorio y ahí me
di cuenta de que venía el mal olor anoche. El perro no sabemos cómo
subió las escaleras de madera mientras dormimos y se cagó arriba de
mi bolsa de dormir! Y cómo bajó de ahí? Es sin duda el enigma de la semana. Se postergó la partida
porque tuve que limpiar el desastre sin siquiera tener agua
corriente.. Que suerte que habíamos dejado el forro de plastico en
los colchones nuevos, para que cuando llegaba el dueño pueda
estrenenarlos.
Pero
cómo pudiera uno guardarle rencor si te mira con estos ojos? Me lo
quise llevar a casa!
El
madrileño nos llevó en el auto viejo hasta el otro lado del pueblo,
camino a Draguinan. Nos despedimos y empezamos a hacer dedo. Eran las
9 de maniana y el sol espantaba el resto de niebla de las colinas.
Camino
de vuelta me pasaron varias cosas también. Fui de pueblo en pueblo,
de peaje a peaje, cuando estaba en una estación de servicio
abandonada arriba de una colina, disfrutando al sol y comiendo el
sandwich que me preparó mi amigo para el viaje vi una mujer de pelo
larguísimo fumando. No sé porque, pero para mi estaba claro que era
simpática y que tenía que ir a hablar con ella, capaz que ella
sentía lo mismo porque vino a hablar conmigo. Por razones de
estereotipo pensé que era latinoamericana, pero vino a hablarme en
francés y cuando vio que no le entendía, cambió al inglés fluido.
Ella estaba camino al aeropuerto de Nizza para tomar un avión a la
India. Me dijo que veía en mi la mujer que tenía que ir al sur de
India. No cualquiera pertenecía ahí. Tá, voy a tener que ir,
pensé y nos despedimos.
Esta
vez nadie de los conductores en Francia hablaba inglés. Estaba tan
feliz llegar a la frontera con Italia, y el pedazo Flayosc – Genova
me llevó un día entero.
Un
hombre me dio su tarjeta de „Jesus te ama“ - por el amor
al próximo los creyentes muchas veces llevan a autostopistas, otro
tipo viejo que me llevó un par de kilómetros me dijo algo como
„solo tengo un ojo, pero si querés te llevo“, había
tenido un accidente soldando sin lentes, „tengo que ir al
medico un día de estos“, tenía un auto viejísimo y la
calefacción
prendida cuando afuera hacían 25 grados. Primero no entendí que era
la calefacción y pensé que el auto quizas estaba por quemarse..
pero por suerte se aclaró. Me invitó a su granja en una montania de
Monaco, pero le dije que muchas gracias, por esta vez me quedo acá
en el peaje. Un trabajador me llevó en su camioneta, iba a
Ventimiglia por el trabajo, pero llevó hasta San Rema aunque no
tenía tiempo. Y me dio plata, otra vez lo mismo, resistí un montón
de veces, pero cuando vi que realmente le insultaba no aceptar, me
rendí, pero acepté solo un billete de los dos, porque el tipo
parecía bien pobre. Me dio su número de teléfono por si venía la
próxima vez en avión, el me sacaba a pasear y me pagaba los
restaurantes y el hotel. De ahí a la siguiente estación de servicio
me llevó un matrimonio italiano, otra vez el mismo juego con el
dinero! “Cómo irse de vacaciones sin plata y volver con 40€”
.Que me tomara el omnibus que ahí no voy a encontrar auto que me
lleve. Fui a tomar un café y disfruté al sol. Un martes en Italia
no es lo mismo que un martes en Alemania. Me llevó horas de salir
ahí, en eso tuvieron razón.
Más
tarde desde Verona a Alemania se hacían la 1 de la noche, hacía
frío y en la estación de servicio donde estaba pasaba un auto cada
media hora nomas. Trés ya me habían dicho que estaban llenos,
esperé solo uno más antes de buscar un lugar para dormir. Mandé un mensaje de texto a un amigo contándole donde estababa y me deseó que encontraba un Porsche para volver rápido a casa.
Llegó un auto, y era un auto alemán! Con los autos es cómo con las personas, primero
se mira la nacionalidad, después la cara. Cargó nafta, me invitó a
subir y.. perdió la llave!
2
horas buscamos con todos los empleados, hasta que la encontramos y
arrancamos a las 3:08 de noche. Estaba en casa a las 12 al mediodía.
No pude dormir a causa de su estilo de conducir por las montanias y quizas por tanto café que tomaba. La mujer
que trabajaba para Porsche, tenía más de 60 anios y jugaba formula
1 haciendo más de mil kilómetros en una noche. Y no tomaba exactamente el camino mas directo. -> ver mapa
No había tenido tiempo de ir a la playa antes de volver al invierno alemán.
Pero
fue un viaje buenísimo! Mágico!
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