Terminé el libro "Im Land der Freien" de Andreas Altmann, en espaniol sería "en el país de los libres", aunque no sé si fue traducido.
En el libro el autor cuenta las experiencias vividas en una viajes por Estados Unidos, de costa a costa. En resumen, este libro ya me gustó mucho mas que el otro que había leído del autor. Aunque tampoco es literatura imprescindible.
Altmann viaja de Nueva York a San Francisco parando en varias ciudades en el camino por el sur, siempre viaja en los micros famosos de "Greyhound".
Inicia el libro con un '"me propuse divertirme", como si solo hiciera el viaje porque necesita dinero y la editorial le mandaba al infierno.
Es un autor diferente, viaja con pocas cosas, usa el transporte mas barato y duerme en hoteles muy baratos, además habla con gente que vive en la calle, con putas, con gente que ve trabajando por ahí o con los que parecen extranjeros y pregunta por sus historias. Esto es interesante, a veces valiente y sin duda muestra otra imagen del país que describe que la literatura de viaje convencional. Altmann describe lo feo, es conciente que causa en los lectores, provoca a propósito, eso de por sí me gusta, pero lo exagera de tal manera que aún yo, que pienso que los EEUU no es un sitio que me gustaría del todo, pienso que debe haber muchas cosas lindas y que no puede ser tan horrible el país. Altmann no describe paisajes porque no es su estilo (dice él), pero describe enfermedades de piel de la gente que pide plata en las calles.
Parece que casi todas las ciudades le parecen espantosas, le desprimen, los odia, se queda una noche, en el hotel mas barato que encuentra, contando cucarachas y se va.
Las quejas sobre los gordos y los creyentes llenan una buena parte del libro, es cínico, arrogante. En el medio mete anécdotas de sus viajes anteriores a África y la India, de su vida en nueva york, paris y méxico. Recita sus autores y poetas favoritas. Su ego es muy grande, de eso no caben dudas. Un algo tiene, un pedacito de personalidad simpática, pero una gran parte que me deja grandes dudas de si quiero o no leer más de él. Por ejemplo estoy de acuerdo de que debe ser horrible cruzarse todo el tiempo con personas que te dicen que el amor es pecado y que hay que rezar a dios y que jesus te salva. Y que hasta se prohiben fotos de perros desnudos, porque la desnudez es la tentación del diablo y a la vez ver casinos y prostitutas en cada esquina, (Altmann habla con todas), pero casi no escribe de otras cosas. De la tele que solo muestra violencia y sexo, de lo estúpida que es la gente. Le divierte que le confudan con un drogado, un gay o un ladron y hasta cuenta mentiras sobre si mismo para conocer mejor a la gente. Habla con un cura de una iglesia moderna y libre, de esas que juntan millones de personas para que junten plata para el sacerdote-superstar, habla con el cura de una capella de las Vegas y hace una ceremonia de una religion africana. Ademas visita a la casa de Elvis como si fuera un templo. Para el todas las ciudades estan increiblemente feas, ni bibliotecas encuentra en la mayoría de ellas, solo las ciudades de Boulder, de Santa Fe y de San Francisco le gustan, por la herencia de Allen Ginsberg, Jack Kerouac y Henry Miller que admira tanto hasta ponerse a llorar.Un tipo raro este Altmann.
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